La Organización Mundial de la Salud (OMS) prevé que los más vulnerables al COVID-19 necesitarán refuerzo anual de la vacuna. De este modo, estarán protegidos contra las variantes del virus.

Los fabricantes de las vacunas Moderna y Pfizer han manifestado su opinión, aclaran que las pruebas al respecto aún no son claras. Pese a ello, la OMS considera necesarios refuerzos anuales para las personas de alto riesgo, junto con refuerzos cada dos años para la población general. Aunque la OMS no aclara cómo se llegó a estas conclusiones, advierte que pronostican la aparición de nuevas variantes, por lo que las vacunas se actualizarían regularmente para combatirlas.

No obstante, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) considera que esto puede llevar a problemas. Hasta ahora se han administrado unas 2,500 millones de dosis en todo el mundo. En los países ricos más de la mitad de la población ha recibido al menos una dosis; en muchos países más pobres, se ha vacunado a menos del 1%. Según las previsiones más pesimistas de la OMS, esta diferencia podría aumentar el año que viene; la necesidad de refuerzos anuales podría relegar, de nuevo, a los países más pobres.