Según la Agencia Europea del Medicamento (EMA), la propagación de la variante Ómicron indica que el COVID-19 sigue siendo pandémico. Por ello, urgió desarrollar una estrategia de vacunación a largo plazo, pues, afirman, no es viable que se administren dosis de refuerzo cada pocos meses

La EMA advirtió que, aunque Ómicron, en general, parece desarrollar una enfermedad más leve, tiene una mayor tasa de contagio. Respecto a la vaiante Delta, Ómicron es de un tercio a la mitad de grave; tras el contagio, muestra menor riesgo de hospitalizaciones.

Sin embargo, con cada nueva variante, la efectividad de los medicamentos y las vacunas es cada vez menor y disminuye con el tiempo; esto puede provocar que más personas vacunadas se contagien. Por ello, urgieron a los países de la Unión Europea a que no subestimen a la variante Ómicron, “no relegarla a una enfermedad leve”.

Aunque reconocen que es posible que, con el tiempo, el COVID-19 sea endémico, de forma similar a la gripe, es aún muy pronto para considerar este escenario. Advierten que “no podemos olvidarnos de que seguimos en una pandemia”; “el virus aún se comporta como un virus pandémico, y la aparición de ómicron lo está mostrando”.