En las charlas de café, en la sobremesa, en los pasillos públicos y hasta en las distintas redes sociales, me arman y desarman equipos de trabajo, se definen y destruyen futuros de personajes, unos míticos, otros no tanto, pero mexiquenses todos.

Lo que deja de lado la rumorología pública es que la integración del próximo gabinete no obedece preferencias o simpatías de índole personal, sino más bien al reacomodo de grupos prevalecientes en la entidad y a la decisión que pudiese tomar en su momento el hoy candidato electo, Alfredo del Mazo y su equipo de primer círculo o nivel.

Decisiones que el próximo gobernador deberá afrontar o estará tomando a partir de dos premisas fundamentales: La primera, definir al grupo de personas que lo acompañaran en el despacho de la administración pública, pues deben de prevalecer personas de capacidad y experiencia proba, que den resultados en el corto plazo, sobretodo en tres temas que agobian hoy en día a la población: seguridad pública, movilidad y salud pública.

La segunda premisa, igual de importante que la primera y que tiene que ver con las elecciones del próximo año, ya que habrá que recordar que se elegirán a Senadores, Diputados Federales, Diputados Locales, Presidentes Municipales y la Presidencia de la República, en otras pablaras, Alfredo del Mazo tendrá que hacer acopio del expertise de hombres y mujeres para ser postulados a cargos de elección que propicien la gobernabilidad en la entidad y que contribuya al posicionamiento de su partido a nivel nacional.

Luego entonces, parece ser que por los tiempos políticos y administrativos que se avecinan todos o una gran parte de quienes hoy se barajan en las distintas charlas pudiesen tener cabida o en un cargo de elección o de designación.