Son muchas las medidas que se toman para el cuidado de la salud, un ejemplo es el de imponer una dieta baja en grasas, especialmente en hombres.
Sin embargo, no todo lo que funciona para uno es útil para todos. La muestra está en un reciente estudio realizado por universidades especializada en nutrición en Reino Unido que concluyeron que el tener niveles bajos de testosterona están relacionados con el desarrollo de enfermedades cardíacas, diabetes y Alzheimer.
Las dietas bajas en grasas está relacionada con el nivel deficiente de testosterona ya que disminuyen este índice en la población masculina; lo que al final puede implicar más riesgos que beneficios para el cuerpo de aquellos que se someten a un régimen alimentario.
No se trata de una justificación para que los hombres se excedan en el consumo de sus platillos favoritos como las carnes asadas o comida rápida, en realidad lo que deben consumir son grasas monoinsaturadas como el aceite de oliva, aguacate y nueces para promover los niveles altos de testosterona, y evitar el consumo de grasas saturadas como la mantequilla, carnes que suelen tener un alto contenido de grasa, así como golosinas o panes que no benefician a su sistema de producción de testosterona.
Sobre los indicadores adecuados, la testosterona debe estar entre 300 a 1000 nanogramos por decilitro, según la FDA de Estados Unidos, pero esto varía dependiendo de la edad y de las condiciones en las que se encuentra el hombre.