Miguel Díaz-Canel, el presidente de Cuba, culpó a Estados Unidos por las protestas del domingo 11 de julio. Afirma que el gobierno estadounidense endureció las sanciones económicas contra la isla y de ello deriva la escasez de medicamentos y los cortes de energía. Posteriormente, acusó que las protestas buscan "fracturar la unidad" del pueblo.

Díaz-Canel ofreció un mensaje televisado a toda la nación. Lo acompañaron integrantes de su gabinete y del Buró Político del Partido Comunista de Cuba. El presidente refrendó "el derecho de los pueblos a defender su sistema". Reconoció que Cuba atraviesa el peor momento de la pandemia y una severa crisis económica. La escasez de alimentos, medicinas y cortes del suministro eléctrico atenaza al pueblo cubano. Sin embargo, acusó que las protestas intentan imponer acciones para desacreditar al Gobierno.

El pasado domingo 11 de julio, miles de manifestantes tomaron las calles de las principales ciudades cubanas; sus consignas exigían libertad, comida y electricidad. Díaz-Canel respondió con un despliegue policial y con un llamado a sus partidarios para que salieran a enfrentar a los manifestantes y defender la Revolución. Ello derivó en diversos enfrentamientos y decenas de detenidos.