Este lunes 23 de agosto, en China no se registraron nuevos contagios locales de la variante Delta por primera vez desde el 16 de julio. Con base en estrictas medidas de restricción, lograron controlar el brote de la variante Delta del SARS-Cov-2 unas pocas semanas.

El epicentro del brote de esta variante se localizó en el aeropuerto de Nankin, una provincia al este del país; con el paso de los días, se extendió por gran parte del territorio chino. Pese a que la cifra de enfermos fue mínima, de unos mil infectados, millones de ciudadanos tuvieron que respetar medidas estrictas para evitar contagios. El gobierno promovió confinamientos, test masivos y rastreos mediante celulares para frenar el brote.

Con todo, se trata del brote más grande registrado en China desde la primavera del 2020. Pese a que parece haberse controlado, pues ya no hay más contagios entre la población China, sí reportaron veintiún contagios de personas que regresaron del extranjero. Precisamente por ello, las fronteras del país permanecen cerradas y, quienes arriban, deben respetar varios días de cuarentena.