Durante la mañana del miércoles, en Melbourne, se dio un movimiento telúrico a poca profundidad del sureste de Australia. Eran las 09:00 horas cuando las personas se vieron obligadas a salir de sus trabajos y hogares.

De acuerdo con el Servicio Geológico de Estados Unidos su magnitud fue de 5.9 y su profundidad de 10 kilómetros. Por su parte, el primer ministro de Australia, Scott Morrison, dijo: "Un sismo de esta naturaleza puede ser muy alarmante (…) Son fenómenos muy inusuales en Australia", asegurando además que no se reportaban víctimas.

Lo inusual de este tipo de fenómenos provocó una fuerte impresión en la población. El empleado de un café, Parker Mayo, declaró: "Estábamos todos trabajando y todo empezó a temblar. Fue bastante violento y todos estábamos en shock".

Fotos después del sismo que empezaron a recorrer las redes sociales muestran escombros de lo que parecían ladrillos desprendidos de los edificios en una popular área comercial de Melbourne, Chapel Street.