La noche del 31 de octubre, en Tokio, Japón, unas diecisiete personas resultaron heridas después de que un joven realizó un ataque en el metro. El joven, de veinticuatro años, vestía una camisa verde y un traje púrpura.

Según testigos, los hechos acontecieron alrededor de las ocho de la noche, hora local, en la línea Keio, una de las más transitadas del país. El perpetrador blandió un cuchillo para asustar a los pasajeros, posteriormente roció un líquido inflamable en el piso y prendió fuego.

El departamento de bomberos de la ciudad acudió a controlar las llamas, por su parte, la policía logró capturar al individuo; este dijo a las autoridades que "quería matar gente para poder ser condenado a muerte". Hay versiones que apuntan que al menos tres personas sufrieron heridas de gravedad, entre ellas un anciano.