Europa sufre un rebrote del COVID-19; la Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó que las muertes por esta enfermedad aumentaron un 10% en la última semana. Países como Alemania o Austria, a pesar de ser líderes en vacunación y poseer buenos sistemas de salud, pierden terreno frente al coronavirus. Esto podría deberse a que las medidas de confinamiento, en gran medida, fueron levantadas.

Las autoridades sanitarias señalan que el repunte se debe a los brotes descontrolados en Rusia y Europa del Este. Naciones con una tasa de vacunación menor al resto de Europa. Sin embargo, en Alemania y Gran Bretaña el número de enfermos diarios se encuentra entre los más elevados del mundo, a pesar de acaparar gran parte de las vacunas.

Bharat Pankhania, profesor en la Facultad de Medicina y Salud de la Universidad Exeter, explicó la situación. En muchos países la vacunación no excede el 60% de la población, esto quiere decir que y un gran porcentaje de personas no vacunadas; si a esto se suma el levantamiento de las restricciones de movilidad y el descenso en la inmunidad de quienes fueron vacunados hace meses, podría explicar las cifras actuales de contagios.

Actualmente, Europa vuelve a ser el epicentro de la pandemia a nivel global. Los hospitales no están abarrotados gracias a la vacunación; no obstante, el número de pacientes con COVID-19 crece, ante la impotencia del personal médico. Por ello, hay naciones que consideran volver al confinamiento, aunque de forma menos drástica. Países Bajos considera un confinamiento de dos semanas; Alemania prevé una legislación que le permitirá implementar nuevas medidas de distanciamiento; Austria pretende un nuevo confinamiento para los no vacunados, que no será obligatorio para quienes sí lo estén.