En panteón ubicado en la alcaldía Miguel Hidalgo familiares y amigos de María Fernanda Olivares Polly se reunieron para despedirse de 'Polly', quien había permanecido 20 días hospitalizada y su estado de salud era grave.

Entre lagrimas e importancia, los amigos y familiares de Polly no perdonan el dolor y sufrimiento que la joven padeció por más de 20 días. Sus cercanos aseguraron que en todo momento estuvo consciente y en todo ese tiempo se aferró y luchó por vivir: “Es una guerrera, una pinche chingona, pero ese maldito la hizo pedazos, no aguantó”, refiere entre lágrimas otra de sus amigas, quien estuvo presente el día de los hechos, “cobarde, se entregó porque tuvo miedo, afuera no se la iba a acabar”, remata la furiosa joven de escasos 17 años.

La familia de 'Polly' recibió la noticia de que había perdido la vida el sábado a las 08:10 horas.

Esto, a pesar de los esfuerzos por conseguir especialistas que pudieran contribuir a que mejorara. "En realidad nunca mejoró, la verdad siempre se buscó estabilizarla y todos los días era una constante lucha por no dejar que ella falleciera", señaló el abogado de la familia, Óscar Miranda.

Tras el fallecimiento de Fernanda Olivares, su cuerpo fue trasladado del Hospital de Xoco hacia el Incifo para que le fuera practicada una necropsia para determinar la alteración que causó finalmente su deceso. "Hasta el momento la causa es la misma, a causa de las lesiones que sufrió con motivo del atropellamiento.

Su vida pendía de un hilo y constantemente los reportes médicos (lo indicaban) unos buenos, otros no. Estamos muy tristes y muy consternados y la familia... ya se imaginarán", dijo la defensa legal.

Agotados por el dolor y el llanto de varios días y todavía con la pesadez de recibir abrazos, condolencias y palabras de aliento, que en ese momento no servían de nada, fueron escoltados los padres y el primer círculo familiar de Polly.

En medio del dolor pidieron respeto para no entrevistarlos en los últimos instantes de estar con su hija. Luego de más de 20 días, aún no creen lo que pasó.

“Apenas antier dio muestras de que mejoraba, no sabemos cómo pasó todo tan rápido, sé que tenía a varios médicos particulares incluso, pero no se pudo hacer nada. Ya nos habían dicho que estaba mal, muy mal por las lesiones, pero nosotros nunca perdimos las esperanzas; hicimos una cadena de oración, todas las noches orábamos por ella y ni modo, Dios se la quiso llevar y creo que fue lo mejor, ya estaba sufriendo de más”, comenta sollozando una de sus primas.

En el panteón, los cercanos a la víctima debatían también qué sería justo para la familia y el imputado. Él ya está en prisión esperando sentencia por los delitos de feminicidio y tentativa de feminicidio.

“Merece lo mismo, si no, no hay justicia para nadie y esto va a seguir pasando, cualquiera nos puede matar y tranquilamente se va a la cárcel y nosotras, nuestra familia, qué pasa con todo eso”, declara una de las primas.