Fueron dos autobuses de la Línea 2 del Metrobús los que comenzaron una prueba piloto utilizando una mezcla de diésel y biocombustible elaborado en la Central de Abastos de la CDMX (Ceda).

El objetivo es corroborar que los vehículos aceptan de buena manera este bioaditivo y garantizar la seguridad de los usuarios.

En un comunicado se indica: "La meta final de este piloto es encontrar el mecanismo para lograr una mayor integración de este energético limpio en toda la flota de Metrobús".

Las unidades seleccionadas para esta prueba cuentan con tecnología medioambiental Euro IV y Euro V.

Además se contempla que el biocombustible ayude a mejorar su rendimiento vehicular y a su vez, reducir su consumo de combustible, lo que se traduce en una menor emisión de contaminantes al ambiente.

"El biocombustible utilizado para esta prueba es parte del proyecto que encabeza el Fideicomiso para la Construcción y Operación de la Central de Abasto de la Ciudad de México en colaboración con centros de investigación públicos y empresas privadas, quienes han sumado esfuerzos para contribuir en la mitigación de los problemas que representa la dependencia de energéticos provenientes de fuentes fósiles", se informó.

También se indicó que la planta de biocombustible de la Ceda tiene una capacidad de producción de 3 mil litros por día y el combustible no es tóxico ni peligroso.