Este domingo 30 de julio, una orca quedó varada entre las rocas de la isla Príncipe de Gales, en Alaska, por lo que un grupo de personas la ayudaron con cubetas de agua para que pudiera regresar al mar.

Cabe señalar que los primeros en hallarla fueron los tripulantes del barco Steadfast, quienes no dudaron en organizarse para poder salvar a la gigante orca.

Se contactaron con la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) y esta les dio permiso para apoyar a la orca varada.

Julie Fair, portavoz de la NOAA, dijo a la CNN que se les autorizó a la tripulación "utilizar una bomba de agua de mar para mantener a la orca hidratada y alejar cualquier ave", pues podrían hacerle daño.

Tras varias horas de trabajo de rescate, la marea subió y eso provocó que el rescate de la orca fuera más sencillo, dado que el animal regresó a su hábitat.

Por su parte, Bay Cetology, un grupo conservacionista canadiense, señaló que anteriormente ya se había monitoreado a esta orca, dado que fue identificada como T146D, y que se trata de un ejemplar juvenil de 13 años de edad.

Personal de la NOAA aseguró que estudiarán fotos y videos de la orca para determinar que no esté herida. Asimismo, descartó que la orca no llegó a las rocas como consecuencia del terremoto de 8.2 grados de magnitud que se suscitó un día después en la costa de Alaska.