Los ataques fueron horas después de que Benjamin Netanyahu, primer ministro israelí indicara que la cuarta guerra con los gobernantes del grupo extremista Hamas en Gaza continuará.

Durante cerca de 10 minutos, las explosiones hicieron temblar a la ciudad de norte a sur en una ofensiva que fue de mayor intensidad, sobre una zona más extensa y de mayor duración que los ataques de las 24 horas previas en los que se derrumbaron tres edificios y murieron al menos 42 palestinos.

A través de un discurso televisado, Netanyahu expresó que los ataques continuaban con "toda su fuerza" y que "tomarán tiempo". Israel "quiere imponerle un alto precio" a Hamas, añadió, acompañado de Benny Gantz, su ministro de Defensa.

Hamas también continuó con sus ataques, usando zonas civiles de Gaza para disparar cohetes hacia zonas civiles de Israel. Una sinagoga fue alcanzada en la ciudad de Ascalón, en el sur de Israel, poco antes del inicio del feriado judío de Shavuot, no se reportó a nadie herido.

En lanza nueva serie de bombardeos de Israel a primeras horas del domingo, varias familias quedaron enterradas bajo los escombros. Escombros y vidrios rotos cubrían las calles, tres edificios, residenciales y negocios fueron derrumbados en un lapso de cerca de 5 minutos alrededor de la una de la mañana.

Las agresiones han aumentado en el transcurso de la última semana, al grado de que se han convertido en los combates más intensos en el zona, que alberga a 2 millones de palestinos desde la catastrófica guerra entre Israel y Hamas en 2014.

"No he visto semejante nivel de destrucción en mis 14 años de trabajo", comentó Samir al-Khatib, funcionario de rescates en Gaza. "Ni siquiera en la guerra de 2014".

Las cuadrillas de rescate buscaban sobrevivientes entre los escombros con máquinas niveladoras y retroexcavadoras en medio de los nubes de polvo.

El Ministerio de Salud de Gaza informó que 10 niños y 16 mujeres estaban entre los muertos, y al menos otras 50 personas resultaron heridas en el ataque.

Parece que Israel intensifico los bombardeos en los últimos días para infligir el mayor daño a Hamas, mientras que los mediadores internacionales intentan negociar un alto el fuego.

El último estallido de violencia más reciente inició en el oriente de Jerusalén el mes pasado, cuando los palestinos protestaron y se enfrentaron a la policía israelí por sus acciones estrictas durante el ramadán, el mes sagrado musulmán, y la amenaza de desalojo de decenas de familias palestinas por parte de colonos judíos.

Un punto central de los enfrentamientos fue la Mezquita Al-Aqsa, un sitio venerado tanto por musulmanes como por judíos. El lunes pasado Hamas disparó cohetes hacia Jerusalén, lo que provocó el asalto israelí a Gaza.