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¡Admirable! con 84 años, Don Felipe esta apunto de graduarse como ingeniero

¡Admirable! con 84 años, Don Felipe esta apunto de graduarse como ingeniero
Don Felipe Espinosa Tecuapetla está a punto de graduarse y aún quiere seguir estudiando, porque, menciona, el estudio fortalece, es superación. "Nada me va a detener… claro… sólo la muerte",
Don Felipe Espinosa Tecuapetla ingresó a la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) para estudiar Ingeniería en Procesos y Gestión Industrial hace poco más de cuatro años, una carrera nueva entonces, en un campus totalmente nuevo en San José Chiapa.

Tenía 79 años, hoy tiene 84. Don Felipe Espinosa Tecuapetla está a punto de graduarse y aún quiere seguir estudiando, porque, menciona, el estudio fortalece, es superación.
"Nada me va a detener… claro… sólo la muerte", señala al tiempo que velados por una tela gris, sus ojos lloran.

El hombre de 1.59 metros de estatura, andar lerdo, apoyado en un bastón, aún carga al hombro un costal con sus pertenencias, pues en los últimos cuatro años de estudio no ha dejado el trabajo. Todavía, a ratos, vende cebollas, chile, limón y tomates en la Central de Abasto y mercados de Tepeaca y Cholula.

Ahora está por graduarse; en 2016 este día parecía lejano: "Hoy ya estamos acá y no me queda más que dar gracias a todos, principalmente al rector", mencionó.

Estudiar durante cuatro años con alumnos 60 años más jóvenes que él no fue nunca un impedimento: "Para chango viejo, maromas nuevas", dice, al fin con una sonrisa.

Don Felipe es el universitario de mayor edad, quizá en la historia de la máxima casa de estudios de Puebla; es un hombre solitario, pero autosuficiente: "Veo bien, oigo bien, razono bien. Este es mi gran capital y lo que me nutre es el trabajo y la ilusión", refiere.

Un día de clases le implicó durante cuatro años despertar a las 4:30 de la mañana, tomar dos autobuses y hacer un recorrido de hora y media a dos horas, de ida, y otro tanto de vuelta. "Queda uno como invitado a no faltar", además, "la vida es diaria, ¿no? Hoy sí, mañana no", expresa.

Desde la muerte de su esposa vive solo, "así me he llevado la vida, solo", añade, el estudio ha sido superación, pero también un escudo que porta con orgullo: "Ya no estoy solo, por todas partes me saludan. Ser egresado de la BUAP es un gran orgullo, hay que portarse a la altura: con respeto, siempre derecho", menciona.

Para don Felipe Espinosa Tecuapetla los años de estudio en la BUAP han sido inolvidables, por eso repite: "Nada me va a detener, haré mi solicitud para seguir estudiando". Hace una pausa, corrige: "Sólo la muerte".

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